Existen muchos estudios que explican los beneficios fisiológicos de hacer ejercicio, pero es importante destacar que también aporta muchos otros a nivel psicológico y social. La actividad física es un gran remedio para nuestros problemas interiores y para combatir el estrés, cuando realizas ejercicio físico la mente produce endorfinas, que generan un especial estado de euforia y de bienestar emocional.
El cuerpo recibe respuestas emocionales placenteras y se llega, incluso, a la disminución de la sensación de dolor. Así pues, practicar actividad física con regularidad te aportará, independientemente de los beneficios físicos, grandes beneficios a nivel mental como:
- Disminución de los niveles de tensión, estrés y ansiedad
- Relajación del cuerpo y sensación de satisfacción
- Liberación de la negatividad y estabilización del estado de ánimo
- Mejora de la autoconfianza y la autoestima
Desde el inicio de la pandemia, numerosos especialistas han destacado el aumento de problemas y patologías relacionadas con la salud mental, un aspecto que podemos cuidar en nuestro día a día gracias al ejercicio físico. En este artículo hablamos un poco más sobre este tema.
Contexto actual tras dos años de Covid-19
El año 2019 generó grandes cambios a nivel mundial por la aparición de un nuevo virus que presentaba un alto índice de contagio y mortalidad. Para combatirlo se han llevado a cabo durante este tiempo muchas medidas para frenar su propagación, en los primeros meses incluso de cuarentena y aislamiento. Todas estas medidas imprescindibles provocaron cambios en la forma de vida de personas de todas las edades y condición, que vieron afectadas sus relaciones sociales, trasladaron su lugar de trabajo o sus clases al domicilio y alteraron sus hábitos de sueño, alimentación, ejercicio físico, etc.
Durante la pandemia, el insomnio, la ansiedad y la depresión han sido los trastornos más estudiados e identificados en las diferentes poblaciones. A estos, se suman el trastorno de estrés postraumático, las fobias y los trastornos del control de los impulsos, Chi et al. (2021)
Estudios como el realizado por Ballena et al. (2021) señalan que los niños generaron sentimientos de insatisfacción por no poder realizar sus actividades cotidianas. Los adolescentes y adultos, sufrieron más frustración, nostalgia, aburrimiento y nervios por el distanciamiento social y; las personas mayores experimentaron cambios en su bienestar general y salud mental.
En el caso de las personas contagiadas por Covid-19 se han identificado alteraciones en la salud mental, como el miedo, el estrés y la depresión, especialmente por las dificultades en el tratamiento, el alto índice de mortalidad de los pacientes hasta la aparición de tratamientos y vacunas, y el temor a perder ingresos económicos.
Pese al contexto actual, existen también formas de prevenir estos problemas relacionados con la salud mental. En muchas investigaciones científicas, como la realizada por Mikkelsen et al. (2017), se identifica la relación positiva que existe entre realizar ejercicio físico y la salud mental.
Efectos negativos del estrés en nuestra salud
Las situaciones de estrés constante son peligrosas para nuestra salud. Nuestro cuerpo está permanentemente en estado de alarma y esto puede llevarnos a enfermar. Con el estrés, el bienestar de las personas se ve afectado y podemos desarrollar trastornos o enfermedades mentales y físicas crónicas a largo plazo si no se corrigen las causas. Los síntomas incluyen dolores de cabeza o de estómago, insomnio o cansancio. El estrés también debilita nuestro sistema inmunológico y puede provocar cambios en nuestros hábitos. Las personas duermen menos y peor, comen de manera menos saludable y se vuelven menos activas físicamente.
¿No es sorprendente que el estrés se asocie a menudo con la obesidad, que a su vez aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular?
Nuestros músculos también reaccionan al estrés, si este persiste, puede provocar un exceso de tensión muscular y contracturas. Esto puede desembocar en migrañas, dolores de cabeza por tensión o trastornos musculoesqueléticos. Además, algunas hormonas segregadas en episodios de estrés provocan la descomposición de las proteínas musculares, mientras que otras provocan daño oxidativo. Esto reduce la fuerza muscular y el riesgo de lesiones musculoesqueléticas aumenta.
¿Qué podemos hacer frente al estrés?
Es importante tener las herramientas necesarias para poder combatir el estrés. Los profesionales de la salud mental, como los psicólogos, pueden ayudarnos a aprender diferentes técnicas para lidiar con el estrés. Además de aprender estos recursos para combatir el estrés, la actividad física también permite combatirlo y prevenirlo. La actividad física ayuda a reducir los factores estresantes, fortalece nuestros recursos personales, mitiga las reacciones al estrés y fortalece nuestra salud de manera general.
Beneficios psicológicos del ejercicio físico
1º Disminuye los niveles de tensión, estrés y ansiedad
El ejercicio físico es un eficaz amortiguador del estrés. Cuando acabamos de realizar ejercicio, se produce una disminución de la actividad fisiológica debido a la liberación de endorfinas, que provoca un efecto relajante y hará que la ansiedad y las tensiones diarias disminuyan. Además de reducir nuestra ansiedad nos ayudará a descansar mejor y a empezar el día siguiente más activos y con más energía.
2º Mejora el estado de ánimo y reduce los sentimientos negativos y depresivos
La actividad física libera nuestra negatividad, reduce los síntomas depresivos y mejora nuestro estado de ánimo al provocar cambios en la función de la serotonina, que es el neurotransmisor más asociado a la estabilidad emocional y a la positividad emocional.
3º Fomenta la relajación, aumenta la satisfacción emocional y potencia la vitalidad
El ejercicio físico nos permite descubrir capacidades que no sabíamos que teníamos, nos gratifica al lograr un objetivo que nos habíamos propuesto y nos permite encontrar un espacio para pensar en nosotros mismos. Todo ello se traduce en estar más relajados, más satisfechos y tener más energía y vitalidad en nuestra vida.
4º Mejora de la autoconfianza y la autoestima
Se ha comprobado que hacer deporte nos ayuda a mejorar nuestra autoestima y a tener una imagen más positiva de nosotros mismos. Esto se debe a que las personas que practican deporte, aparte de sentirse mejor y tener una mejor condición física, están más entrenadas para afrontar retos, afrontando los problemas de una manera más tranquila, alterándose menos y resolviéndolos con mayor eficacia.
5º Retraso del envejecimiento y mejora de los procesos cognitivos
Se ha observado que los procesos cognitivos en las personas que practican de forma regular ejercicio son mejores que las que no lo practican y son más sedentarias. Este hecho se ha observado y confirmado en niños, en adultos y en personas mayores. El ejercicio ayuda a promover el buen desarrollo de las funciones cerebrales. Otro tema muy interesante y que genera más diversidad de opiniones es el hecho de si el ejercicio físico puede contribuir a regenerar neuronas.
En definitiva, el ejercicio físico y el deporte es una gran herramienta que tenemos a nuestro alcance para combatir y prevenir la aparición de trastornos de la personalidad, el estrés y la ansiedad. También, se considera un factor protector en casos de estrés postraumático, haciendo que el suceso tenga un menor impacto sobre la persona y esta disponga de más recursos para gestionar sus emociones.
Da el primer paso y empieza a cuidar tanto de tu salud física como de tu salud mental incorporando el ejercicio físico a tu vida.
- Posada-López, Z.; Vásquez-López, C. 2022. Beneficios de la práctica de actividad física durante la pandemia generada por el Covid-19.
- Chi, X, et al. 2021. Mental health problems among Chinese adolescents during the COVID-19: The importance of nutrition and physical activity. International Journal of Clinical and Health Psychology.
- Mikkelsen, K, et al. 2017. Exercise and mental health.