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En este artículo del blog hablamos sobre los mitos más frecuentes y extendidos sobre el dolor de espalda. Muchas personas sufren dolor de espalda en algún momento de su vida y, en muchos casos, al buscar una solución a este problema nos surgen dudas y buscamos soluciones en creencias infundadas o ancladas en el pasado. Repasamos a continuación algunas de estas ideas que pueden ser contraproducentes al intentar buscar una solución a nuestro problema. Por último, os explicamos una serie de consejos generales que pueden ayudar a mejorar y prevenir el dolor de espalda, teniendo en cuenta nuestra experiencia y los criterios de los últimos estudios publicados.

Mito 1: si tienes dolor de espalda lo mejor es el reposo

Es algo que todos hemos oído en alguna ocasión. Si te duele la espalda lo mejor es que descanses y si es en la cama mejor. No hagas nada, ya se te pasará. Es una de las informaciones más contraproducentes desde nuestro punto de vista. Es posible que los primeros 1-2 días tras sufrir un episodio de dolor agudo, quedarnos clavados o experimentar una ciática, debamos descansar mientras el tratamiento farmacológico y de fisioterapia hace su efecto, pero el reposo total nunca es una opción a medio y largo plazo. Pasado este período inicial, el reposo absoluto puede agravar y hacer persistir el problema. El reposo total no es una solución eficaz, ya que puede aumentar la rigidez articular y debilitar todavía más nuestro tono muscular. El movimiento es salud, por eso lo recomendable es mantenernos lo más activos posible evitando aquellos movimientos que nos generen dolor. 

Mito 2: si tienes dolor de espalda no hagas ejercicio o tu problema aumentará

Todo lo contrario. El ejercicio regular previene el dolor de espalda. Eso, además, sin entrar en los otros grandes beneficios que aporta el ejercicio en nuestra salud física y mental. Por suerte, cada vez más profesionales son conscientes de ello y recomiendan iniciar un programa de ejercicios a sus pacientes con dolor de espalda. El ejercicio físico fortalece nuestra musculatura y cada vez más estudios científicos demuestran la correlación existente entre el dolor de espalda y la falta de fuerza de la musculatura profunda de la columna vertebral. Debemos, eso sí, tener en cuenta la situación actual de cada persona y adaptar su programa de ejercicios de forma personalizada. La progresión en la intensidad de los ejercicios es un factor importante a tener en cuenta, empezaremos de forma suave e iremos incrementando la intensidad de forma progresiva. La prescripción de un programa de ejercicios enfocado a fortalecer la musculatura de la espalda y mejorar la estabilidad de la columna vertebral, ha demostrado su eficacia para disminuir el dolor de espalda, mejorar la función y calidad de vida de los pacientes y prevenir futuras recaídas. 

Mito 3: si tienes una protusión, una hernia discal, espondilolistesis o escoliosis te va a doler la espalda y es mejor que no hagas nada para no empeorar la lesión

Pues afortunadamente no es así. Las tres primeras son lesiones degenerativas que aparecen de forma natural con el envejecimiento. Muchos de nosotros tenemos estas lesiones y no sufrimos ningún síntoma de dolor de espalda durante muchos años. Después al sufrir un episodio de dolor de espalda se hacen visibles en los estudios radiológicos, pero muchas veces ya estaban ahí sin ser la causa original del dolor de espalda. Cada vez más estudios científicos demuestran que el origen del dolor de espalda es multifactorial y tiene especial importancia el estado de nuestra musculatura. Lo mismo ocurre con las alteraciones de la estática de la columna vertebral, como la escoliosis o la cifosis, que a no ser que sean muy extremas no juegan un papel muy relevante en la aparición del dolor de espalda. Por este motivo, es un error importante desaconsejar a las personas que tienen una hernia discal o escoliosis, que vayan con cuidado y que no hagan ejercicio o su problema se agravará. Un programa de ejercicios bien estructurado y personalizado a cada lesión es siempre beneficioso.

Mito 4: la cirugía es la solución definitiva para el dolor de espalda

La cirugía en este y otros problemas ha de ser siempre la última opción. Primero hemos de probar siempre con otras opciones de tratamiento más conservadoras como el tratamiento farmacológico, la fisioterapia, la osteopatía o los programas de rehabilitación y fortalecimiento de la musculatura de la espalda.  También es importante analizar si existe una relación directa entre la lesión y el dolor de espalda que pueda solucionarse directamente con cirugía. Se calcula, por ejemplo, que solamente el 5% de las hernias discales requieren de intervención quirúrgica, pues la mayoría de los casos responde bien a un tratamiento más conservador. En nuestra opinión, es importante agotar antes todas las opciones de tratamientos más conservadores antes de pasar por el quirófano.   

Mito 5: te duele la espalda porque no te sientas recto

Este es también uno de los mitos más comunes que no tienen evidencia científica. Según esta hipótesis, solo con el hecho de sentarnos rectos no sufriremos dolor de espalda. Podemos estar muchas horas sentados rectos que no sufriremos dolor de espalda, pues lamentablemente no es así. El hecho de estar sentados conlleva implícito llevar una vida sedentaria que no favorece a nuestra espalda. Debemos limitar los períodos en los que estamos sentados, levantarnos cada cierto tiempo y llevar una vida lo más activa posible. Sentarnos bien es importante y debemos vigilar nuestra higiene corporal, pero el dolor de espalda no desaparecerá solamente con sentarnos rectos. 

Mito 6: si tienes sobrepeso te dolerá la espalda, si estás delgado no te dolerá 

Cualquiera puede tener dolor de espalda. Ni el peso ni la edad son causas directas del dolor de espalda. Todos conocemos personas jóvenes y delgadas a las que le duele la espalda y personas más mayores con algo de sobrepeso a las que no les duele. La falta de ejercicio y el sedentarismo si tienen una relación más directa sobre el dolor de espalda. Lleva una vida lo más activa posible haz ejercicio y descansa bien y tendrás menos posibilidades de sufrir dolor de espalda.

Mito 7: si te duele la espalda solo tienes que caminar o nadar, no hagas otros ejercicios o deportes

Quizá sea uno de los mitos que nos irrita más. Muchas veces porque incluso es una recomendación de profesionales sanitarios o deportistas amateurs que con buena voluntad muestran su desactualización en estos temas. Además, muchos de estos pacientes que eran activos acuden frustrados porque se les recomienda no practicar la actividad o el deporte que les gusta.  Sin embargo, si conseguimos averiguar la causa que provoca el dolor, corregirla, fortalecer nuestra espalda y mejorar el control neuromuscular, podremos volver a practicar nuestra actividad deportiva en la mayoría de los casos. Es triste cuando vemos a un corredor al que le han prohibido correr porque correr es malo para el dolor de espalda, ya que se comprime el disco. El disco intervertebral soporta muy mal las presiones mantenidas y constantes, por ejemplo, cuando estamos mucho rato sentados, sin embargo, al correr se activa la musculatura de la pelvis y la columna, disminuyendo la presión sobre los discos y haciendo que esta presión sea intermitente, favoreciendo la hidratación del disco intervertebral. Otro clásico es el de nadar o caminar, pero no hagas nada más. Pues mire, nos encanta la natación y también nos gusta caminar, pero hoy en día existen opciones de tratamiento mucho más específicas para el dolor de espalda.

Mito 8: cómprate un colchón más duro o unos buenos zapatos y no te dolerá la espalda

Elige el colchón con el que duermas más cómodo y unos buenos zapatos, pero no existen evidencias científicas que demuestren una relación directa de estos factores con el dolor de espalda. Diferente es si nos centramos en la pisada y la biomecánica de la marcha de la persona, especialmente si se trata de un deportista. El estudio biomecánico de la pisada y la marcha sí puede ayudarnos a prevenir los dolores de espalda identificando un mal apoyo que se traslade en compensaciones de los pies, a las rodillas, caderas y columna vertebral. 

Nuestras recomendaciones para mejorar y prevenir el dolor de espalda

Una vez vistos los mitos y falsas ideas más habituales y extendidas sobre el dolor de espalda nos gustaría dar una serie de consejos generales que pueden ayudar a mejorarlo y prevenirlo:

1. Fortalece tu espalda y haz ejercicio para mejorar y prevenir el dolor de espalda

El dolor de espalda puede deberse a muchas causas y muy variadas. Generalmente, no existe una única razón que lo provoque y es la combinación de varios factores lo que acaba provocando su aparición. Los factores de riesgo más comunes y que más influyen en la aparición del dolor de espalda son el sedentarismo, la mala condición física, los factores hereditarios y la actividad profesional que desarrollamos. Independientemente de la causa que provoca la aparición del dolor de espalda, los estudios científicos señalan que en más de un 80% de los casos de dolor de espalda se observa una debilidad de la musculatura que acaba provocando lesiones (Kalichman et al. 2017). Es por ello que el fortalecimiento muscular de la espalda se considera en la actualidad una herramienta indispensable para el tratamiento y prevención del dolor de espalda.

Las personas con problemas y dolores de espalda tienden a entrar en un “círculo vicioso” conocido como Síndrome de Desacondicionamiento. Ante un episodio de dolor adoptamos una postura de protección y cada vez nos movemos y ejercitamos menos. Esta falta de ejercicios provoca atrofia de la musculatura de la espalda e inestabilidad funcional en la columna vertebral que conduce a sufrir un dolor crónico y un nuevo episodio de dolor. Para salir de esta espiral es necesario incrementar la capacidad funcional de la columna vertebral, mejorando la fuerza, la movilidad y la actividad metabólica de la columna y de los músculos de la espalda. El reposo, en consecuencia, no es una opción viable para sentirse mejor, ya que solo nos llevaría hacia una mayor atrofia o debilidad muscular que provocaría una mayor inestabilidad de la columna y nuevos episodios de dolor, perpetuando la situación.

2. Entrena la movilidad y flexibilidad de tu espalda

De la misma manera que ocurre con la fuerza muscular, el paso de los años y un estilo de vida poco saludable hace que la movilidad natural de nuestro cuerpo se deteriore. Con el tiempo esto puede provocar la aparición de problemas y dolor en nuestra espalda. Realizar un entrenamiento específico de movilidad y flexibilidad nos ayudará a combatir los desequilibrios musculares, tener una mejor postura y prevenir el dolor de espalda. 

3. Descubre como puede ayudarte la fisioterapia y la osteopatía

Muchas personas tienden a recurrir al fisioterapeuta y al osteópata en el momento en el que se ven incapacitadas para realizar sus actividades diarias por el dolor de espalda. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las molestias y dolores están asociados también a malas posturas en el trabajo o en casa, a una gran carga laboral, que produce estrés y tensiones corporales, especialmente en la espalda, o como veíamos antes por el sedentarismo y falta de ejercicio, que provoca una falta de fuerza en nuestros músculos aumentando las posibilidades de que aparezcan contracturas.

Puede que una pequeña molestia termine convirtiéndose en una lesión importante si no se actúa sobre la misma desde el principio. Es mejor atajar el problema desde el comienzo y tratarlo de raíz antes de que sea tarde. Los fisioterapeutas y osteópatas dan asistencia desde la aparición de la más mínima dolencia hasta la recuperación funcional completa. Un trabajo multidisciplinar siempre será más completo y tendrá mejores resultados que la equivocada automedicación, con las consiguientes consecuencias que se producen al no dar la importancia que merece el dolor y esperar a que empeore para acudir al profesional de la salud correcto.

En Wunder Training nos especializamos en el cuidado del aparato locomotor y en el tratamiento del dolor de espalda, combinando las ciencias de la salud con el ejercicio físico. Nuestro equipo multidisciplinar formado por entrenadores, fisioterapeutas, osteópatas, y médicos especialistas en medicina del deporte y la rehabilitación te ayudan a superar y prevenir el dolor de espalda.

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Si sufres dolor cervical, mareos, vértigos o te han diagnosticado una hernia discal ven a conocernos y descubre como el fortalecimiento muscular puede ayudarte a resolver tu problema. Examinamos tu caso sin compromiso para recomendarte el mejor tratamiento.

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